La vigilancia por resonancia magnética (MRI) ha emergido como una herramienta crucial en la lucha contra el cáncer de mama, especialmente para mujeres con variaciones genéticas en los genes BRCA1 o BRCA2.
Un estudio reciente, publicado en JAMA Oncology, arrojó resultados prometedores sobre la eficacia de la vigilancia por MRI en la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer de mama a largo plazo.
¿En qué consistió la investigación?
En el estudio multinacional, los investigadores analizaron datos de cuestionarios de casi 2,500 mujeres con variaciones en los genes BRCA1 o BRCA2.
Descubrieron que aquellas que se sometieron a vigilancia por MRI presentaron un riesgo de mortalidad significativamente menor en comparación con aquellas que no recibieron esta vigilancia.
Los resultados mostraron un riesgo acumulativo de mortalidad del 3.2% a los 20 años para las mujeres con MRI en contraste con un 14.9% para las que no la tuvieron.
El impacto de la vigilancia sobre la mortalidad
Además, el estudio reveló que la vigilancia por MRI redujo la mortalidad por cáncer de mama en un 80% para mujeres con variaciones del gen BRCA1.
Los investigadores también destacaron la importancia de iniciar los exámenes de MRI antes de los 35 años y de seguir un programa de exploración anual para mejorar los resultados a largo plazo.
Estos hallazgos subrayan la importancia de la detección temprana y el seguimiento regular en la mejora del pronóstico y la supervivencia de las pacientes con riesgo genético elevado de cáncer de mama.
La vigilancia por MRI puede marcar una diferencia significativa en el curso de la enfermedad y mejorar los resultados a largo plazo para estas mujeres.
Reflexiones finales de los expertos
El coautor del estudio, Dr. Steven A. Narod, de la Universidad de Toronto, destacó la importancia de estos hallazgos. Narod enfatizó que las mujeres con variaciones del gen BRCA1 mayores de 30 años deberían ser ofrecidas la vigilancia por MRI para reducir el riesgo de mortalidad por cáncer de mama.
En resumen, la vigilancia por resonancia magnética (MRI) se posiciona como una herramienta esencial en la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer de mama, especialmente para mujeres con variaciones genéticas en los genes BRCA1.
La detección temprana y el seguimiento regular pueden salvar vidas y mejorar la calidad de vida de las pacientes afectadas por esta enfermedad.
Para conocer más sobre esta investigación puede visitar JAMA Oncology.
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