Científicos españoles resaltan que los llamados “SuperAgers” -personas octogenarias con funciones mnésicas equiparables a individuos mucho más jóvenes- poseen una mayor cantidad de materia gris en regiones cerebrales vinculadas con la memoria en comparación con sus pares. Estos hallazgos sugieren que los cerebros de estos individuos están menos afectados por el declive cognitivo asociado al envejecimiento.
El estudio, liderado por la Dra. Marta Garo-Pascual del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía de la Universidad Politécnica de Madrid, revela que los SuperAgers no solo muestran resistencia al declive cognitivo, sino que también presentan una velocidad de movimiento superior y tasas más bajas de ansiedad y depresión. Contrariamente a lo esperado, no se encontraron diferencias en marcadores biológicos ni factores genéticos de riesgo para enfermedades neurodegenerativas entre los SuperAgers y los adultos mayores típicos.
Garo-Pascual destaca que el estudio se acerca a responder una de las incógnitas más grandes sobre los SuperAgers: ¿son realmente resistentes al declive relacionado con la edad o cuentan con mecanismos de afrontamiento que les permiten superar este declive mejor que sus pares?
Partiendo de datos recopilados en el Proyecto Vallecas, que buscaba identificar indicadores tempranos de la enfermedad de Alzheimer, los investigadores analizaron a 64 SuperAgers y 55 adultos mayores típicos.
Se utilizaron resonancias magnéticas para medir el volumen de materia gris y se implementó un algoritmo de aprendizaje automático para identificar factores asociados con los SuperAgers.
Las resonancias magnéticas revelaron que los SuperAgers poseen más materia gris en áreas que controlan la memoria y el movimiento, y que esta materia gris se degrada más lentamente a lo largo de cinco años en comparación con los adultos mayores típicos.
Además, demostraron un mejor rendimiento en pruebas de movilidad y función motora fina.
El estudio también identificó que los SuperAgers eran más activos, tenían antecedentes musicales, mayor independencia en su vida diaria, puntuaciones más altas en pruebas de inteligencia y menores niveles de biomarcadores de neurodegeneración, así como menor presencia del gen APOE e4 (un factor genético de riesgo para el Alzheimer).
Aunque un algoritmo de inteligencia artificial produjo resultados similares a los datos de resonancia magnética, sugiriendo que el SuperEnvejecimiento podría estar influenciado por factores genéticos adicionales, los resultados del estudio enriquecen nuestro entendimiento sobre la resistencia cerebral de los SuperAgers.
“La firma estructural cerebral y los factores clínicos y de estilo de vida asociados con el fenotipo de SuperEnvejecimiento probablemente reflejan una resistencia al declive de la memoria relacionado con la edad, y estos factores se superponen con aquellos asociados con la prevención de la demencia”, concluyeron.
“Además, la conexión entre el rendimiento de la memoria preservada y la función motora en personas mayores de 80 años proporciona nuevos conocimientos sobre cómo promover la resistencia a la pérdida de memoria relacionada con la edad. En conjunto, los factores identificados asociados con el SuperEnvejecimiento pueden orientar el diseño de ensayos de intervención para fomentar el envejecimiento saludable de la memoria episódica.”
Para conocer más sobre este tema recomendamos visitar The Lancet y acceder al artículo completo en español.
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