Salud digital femenina: cerrar la brecha tecnológica para una atención más equitativa

por Jun 11, 2025Gestión e Innovación, Mamografía0 Comentarios

Tecnologías digitales para la salud de las mujeres: cerrar la brecha para un futuro más equitativo

Las tecnologías de salud digital (DHTs, por sus siglas en inglés) están transformando la forma en que se accede, gestiona y brinda atención sanitaria. Su impacto en la salud de las mujeres es especialmente relevante, con efectos positivos documentados en el bienestar físico y mental, el empoderamiento individual y la equidad de género. Sin embargo, el acceso desigual limita su potencial, particularmente en países de ingresos bajos y medios. Un abordaje integral es clave para cerrar esta brecha digital y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Avances en salud materna, mental y crónica

Las DHTs han demostrado ser efectivas en ámbitos como la salud reproductiva, la salud mental y el manejo de enfermedades crónicas. Aplicaciones móviles permiten a las mujeres controlar el embarazo, acceder a educación sobre anticoncepción, gestionar la medicación o recibir asesoramiento adaptado a sus necesidades.

Estas herramientas han incrementado la detección temprana, fomentado hábitos saludables y facilitado el acceso a servicios en zonas remotas o con escasa infraestructura.

Autonomía y bienestar emocional

Uno de los principales aportes de estas tecnologías es la autonomía en el cuidado de la salud. Las mujeres usuarias reportan sentirse más informadas, confiadas y conectadas con profesionales de la salud y comunidades de apoyo.

Plataformas para el abordaje de ansiedad, depresión posparto o interrupción del embarazo contribuyen al alivio psicológico, reducen el estigma y fortalecen la capacidad de tomar decisiones informadas.

Tecnología como instrumento de empoderamiento

Más allá del aspecto clínico, las DHTs también cumplen un rol social. Al facilitar el acceso a información, recursos educativos y habilidades financieras, fortalecen la agencia de las mujeres. Muchas usuarias reportan mejoras en la comunicación familiar, mayor participación comunitaria y una comprensión ampliada de sus derechos reproductivos.

Promoción de la inclusión social

Las plataformas digitales también han contribuido a disminuir el aislamiento y generar redes de apoyo. El contacto con otras mujeres, profesionales y organizaciones ha reforzado la autoestima y facilitado la articulación de demandas sanitarias.

En contextos conservadores, estas herramientas abren espacios para hablar sobre planificación familiar, lactancia o salud sexual desde la privacidad y la confianza.

Obstáculos de acceso: más allá de la conectividad

A pesar de su potencial, el acceso a las DHTs no está garantizado. Las barreras más frecuentes incluyen el costo de dispositivos y datos, la falta de alfabetización digital, normas culturales restrictivas y preocupaciones por la privacidad o violencia de género.

En muchos casos, las mujeres carecen de espacios seguros para usar tecnología o su uso está controlado por otros.

Diseño centrado en la usuaria

El estudio advierte que muchas herramientas son percibidas como complejas o impersonales. Para lograr un impacto real, se requiere un diseño inclusivo, sensible al contexto y adaptado a distintos niveles de alfabetización.

Sin intervenciones orientadas a las usuarias reales, las DHTs podrían profundizar desigualdades en lugar de resolverlas.

Claves para un ecosistema digital equitativo

Cerrar la brecha digital exige una respuesta multisectorial. Las estrategias deben contemplar inversión en infraestructura, educación digital, regulación de privacidad y participación activa de las mujeres en el diseño de soluciones.

Promover el acceso asequible, seguro y culturalmente pertinente es fundamental para ampliar los beneficios de estas herramientas.

Una oportunidad para transformar la salud de las mujeres

Las DHTs tienen el potencial de revolucionar la salud de las mujeres, no solo desde el punto de vista clínico, sino también social y estructural. Su desarrollo e implementación deben estar guiados por principios de equidad, inclusión y participación activa.

Solo así podrán cumplir su promesa de mejorar el bienestar de todas las mujeres, en todos los contextos.

Para conocer más sobre esta investigación puede visitar The Lancet, Digital Health y acceder al artículo completo.

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