Nuevos criterios de uso para PET de amiloide y tau en MCI: actualizaciones para el Alzheimer

por Feb 4, 2025Biología Molecular0 Comentarios

Nuevos criterios de uso para PET en deterioro cognitivo leve

Los avances en el tratamiento del Alzheimer y los recientes cambios en el reembolso de radiofármacos diagnósticos han impulsado la actualización de los criterios de uso apropiado (AUC) para la PET en pacientes con deterioro cognitivo leve (MCI).

La Society of Nuclear Medicine and Molecular Imaging (SNMMI) y la Alzheimer’s Association han emitido nuevos AUC que actualizan los criterios de la PET de amiloide, publicados por primera vez en 2013, e introducen criterios para la PET de tau.

Estos cambios tienen como objetivo mejorar el diagnóstico y seguimiento de pacientes con sospecha de enfermedad de Alzheimer mediante la aplicación de estas técnicas de imagen.

Los nuevos AUC proporcionan recomendaciones basadas en la edad del paciente, la presentación clínica, los resultados de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo (CSF) y otros factores, permitiendo una mayor precisión en la evaluación de la patología subyacente.

Este documento destaca 11 aspectos fundamentales que resumen las recomendaciones para el uso de la PET de amiloide y tau en distintos escenarios clínicos, marcando un avance significativo en el manejo de pacientes con MCI y contribuyendo a un enfoque más personalizado y basado en la evidencia.

Actualización de la PET de amiloide y criterios para la PET de tau

Los nuevos AUC representan la primera actualización en la PET de amiloide desde 2013 y la incorporación de criterios para la PET de tau.

Para pacientes menores de 65 años con MCI o síndrome demencial sospechoso de AD, existe alta confianza en el uso apropiado de la PET de amiloide, incluso para determinar la elegibilidad para terapias dirigidas contra el amiloide.

En cambio, el uso de la PET de tau en estos mismos escenarios se respalda con una confianza moderada. En pacientes mayores de 65 años con MCI o demencia compatible con patología de AD, se mantiene la moderada confianza en la PET de amiloide, mientras que para la PET de tau se expresa incertidumbre, aunque se reconoce la posibilidad de uso adecuado en determinadas situaciones.

Además, en casos con presentaciones atípicas de AD, los criterios sugieren una confianza moderada para la PET de amiloide y “algo de confianza” para la PET de tau. Estas recomendaciones permiten ajustar la estrategia diagnóstica según la edad y el cuadro clínico, lo que resulta crucial para orientar el manejo y la terapia en pacientes con deterioro cognitivo leve.

Consideraciones para el seguimiento y la determinación del pronóstico

Entre los aspectos evaluados por los nuevos AUC se encuentra la utilidad de las PET de amiloide y tau para monitorear la progresión de la enfermedad y determinar el pronóstico en pacientes con MCI o demencia debida a AD.

Los criterios indican que, para evaluar la severidad o el avance de la enfermedad, la PET de tau muestra incertidumbre y se considera rara vez apropiada, mientras que la PET de amiloide se mantiene con alta confianza en que su uso en este contexto es inapropiado. En la monitorización de la respuesta a terapias dirigidas contra el amiloide, se sugiere una confianza moderada en la PET de amiloide, aunque la evidencia para la PET de tau es insuficiente.

En cuanto al pronóstico, para pacientes con MCI y sospecha de AD se otorga una confianza moderada a la PET de amiloide y “algo de confianza” a la PET de tau.

Para pacientes con demencia, se observa “algo de confianza” en la PET de tau y se plantea que la PET de amiloide es rara vez apropiada. Estas consideraciones resaltan la importancia de adaptar la elección del trazador a la situación clínica y al objetivo del estudio, ya sea diagnóstico, pronóstico o monitoreo terapéutico.

Implicaciones de biomarcadores y aplicaciones en enfermedades relacionadas

Los AUC también abordan el papel de los biomarcadores en líquido cefalorraquídeo (CSF) para definir la pertinencia del uso de las PET en MCI o demencia.

Cuando los resultados del CSF son concluyentes, se muestra “algo de confianza” en que la PET de amiloide es rara vez apropiada, mientras que existe incertidumbre en cuanto al uso de la PET de tau, aunque se reconoce la posibilidad de que pueda ser adecuada.

En situaciones en las que los biomarcadores son equivocados o inconclusos, se otorga una confianza moderada al uso de la PET de amiloide, y se plantea que la PET de tau podría ser apropiada con cierto grado de incertidumbre.

Además, en el contexto de enfermedad de cuerpos de Lewy, los criterios expresan incertidumbre respecto a la PET de tau, considerando su uso solo en situaciones excepcionales, y confirman que la PET de amiloide es rara vez apropiada.

Estas recomendaciones permiten una integración de los datos de CSF con los estudios de imagen, lo que contribuye a un enfoque más holístico y preciso en el diagnóstico diferencial de las demencias.

 

 

Perspectivas futuras y conclusiones integradas

La actualización de los AUC para la PET de amiloide y la incorporación de criterios para la PET de tau marcan un avance importante en el diagnóstico y manejo del deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer.

Los nuevos criterios ofrecen una guía detallada que ayuda a los clínicos a seleccionar el trazador adecuado según la edad, presentación clínica y resultados de biomarcadores.

Si bien se observa alta confianza en el uso de la PET de amiloide en ciertos grupos de pacientes, el uso de la PET de tau aún genera incertidumbre en varios escenarios, lo que destaca la necesidad de más investigaciones que respalden su aplicación.

La integración de estos criterios en la práctica clínica podría mejorar la precisión diagnóstica y el seguimiento terapéutico, permitiendo un tratamiento más personalizado. En definitiva, estos avances refuerzan el compromiso de la comunidad científica por optimizar el uso de tecnologías de imagen para el beneficio del paciente, estableciendo un precedente para futuras actualizaciones en el campo de la neuroimagen.

Para conocer más sobre esta actualización puede visitar el Journal of Nuclear Medicine y acceder a la publicación completa.

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