Nuevas perspectivas en la detección del Carcinoma Lobulillar Invasivo: Revelaciones de la Sociedad de Imágenes Mamarias
Solo el 25% de los radiólogos especializados en mama se sienten confiados al utilizar la mamografía para diagnosticar el carcinoma lobulillar invasivo (ILC) en mujeres con senos densos, según revela una reciente encuesta publicada por la Sociedad de Imágenes Mamarias (SBI).
Este estudio, que encuestó a 366 radiólogos mamarios, destaca que la resonancia magnética (MRI), la mamografía con contraste (CEM) y la imagen molecular de mama son percibidas como las técnicas más sensibles para la detección del ILC.
La encuesta utilizó escalas Likert
Desarrollada por la SBI en colaboración con la Alianza del Cáncer de Mama Lobulillar, la encuesta utilizó escalas Likert para evaluar la percepción de los profesionales sobre la efectividad de distintas modalidades de imagen en la detección y estadificación del ILC.
Según los resultados, recientemente publicados en el Journal of Breast Imaging, la resonancia magnética se consideró un 40% más sensible que la mamografía 2D, con un 90% de sensibilidad frente al 50% de esta última.
Además, más del 92% de los encuestados manifestaron menor confianza en la mamografía de detección, incluidas la tomosíntesis digital de mama (DBT), para detectar el ILC en mujeres con senos densos, en comparación con aquellas con senos no densos.
Aproximadamente el 79.1% de los radiólogos estuvo de acuerdo en que se requieren pruebas adicionales más allá de la mamografía/DBT para la detección o evaluación del ILC, especialmente en mujeres previamente tratadas por este tipo de cáncer.
Los retos parecen claros
Los autores del estudio enfatizaron los retos inherentes de la mamografía en la identificación del ILC. “Mamográficamente, el ILC se presenta con sutileza, ya sea como una masa o mediante distorsiones arquitectónicas o asimetrías de baja densidad, visibles en solo una proyección en hasta el 35% de los casos”, explicó la Dra. Kristen Coffey, del Weill Cornell Medical College de Nueva York.
Añadió que las calcificaciones son poco comunes, con una prevalencia entre 0% y 24% en la literatura revisada, y que el tejido mamario denso tiende a enmascarar los cánceres no calcificados, reduciendo la sensibilidad de la mamografía.
El 95.1% de los radiólogos encuestados “recomienda rutinariamente” la resonancia magnética para evaluar la extensión del ILC en mujeres con senos densos, mientras que el 80.6% la aconseja también en aquellas con senos no densos.
Los protocolos abreviados de resonancia magnética, menos costosos, podrían facilitar la adopción más amplia de esta técnica, con el potencial de detectar de manera más temprana cánceres de mama, incluidos los ILC, concluyeron Coffey y sus colegas.
Tres Conclusiones Clave:
Mayor sensibilidad de la MRI en la detección del ILC: La resonancia magnética se percibe como la técnica más efectiva, con una sensibilidad del 90% frente al 50% de la mamografía 2D, destacándose como la herramienta preferida para la detección del ILC.
Limitaciones de la mamografía en el ILC: El estudio subraya los desafíos de la mamografía para detectar el ILC, especialmente debido a la presentación sutil de este cáncer y a la densidad mamaria que enmascara los tumores no calcificados.
Necesidad de pruebas complementarias: Un 79.1% de los radiólogos coincidió en la importancia de realizar pruebas adicionales más allá de la mamografía o DBT, recomendando el uso rutinario de la resonancia magnética para una evaluación más precisa del ILC.
Para conocer más sobre esta publicación recomendamos visitar el Journal of Breast Imaging y acceder al artículo completo.
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