El 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud anunció al mundo el brote de COVID-19 como una pandemia global. Este evento marcó un punto de inflexión en numerosas industrias, alterando los flujos de trabajo establecidos a medida que las autoridades de salud pública y gubernamentales implementaban medidas de distanciamiento social.
Mientras muchas especialidades médicas enfrentaban desafíos en la transición a un modelo de trabajo remoto, la radiología se encontraba en una posición ventajosa, ya que en muchas prácticas la lectura remota ya era una realidad.
Este año se dieron a conocer los resultados de una encuesta realizada a nivel nacional en Estado Unidos respecto del trabajo remoto en radiólogos. Esta investigación publicada en la Revista JACR, se basa en las respuestas a una exaustiva encuesta a mas de 300 profesionales de la radiología y revela números soprendentes.
Datos Clave
- El 91% de los encuestados informaron que sus organizaciones habilitaron la lectura remota durante la pandemia de COVID-19.
- El 53% de estas organizaciones ya contaban con la capacidad de lectura remota antes del brote, mientras que el 44% la implementó por primera vez durante la pandemia.
- Un dato interesante es que el 61% de los radiólogos en entornos académicos tuvieron sus estaciones de trabajo personales instaladas durante la pandemia, en comparación con el 38% en entornos no académicos.
- Por otro lado, el 21% de los radiólogos revelaron que, aunque su organización permitía la lectura remota, ellos mismos no la realizaban.
El Impacto de la Lectura Remota en la Práctica Radiológica
- De los radiólogos que han adoptado la lectura remota, el 48% indicó que más de la mitad de sus lecturas este año se realizaron de forma remota.
- En cuanto a los resultados, el 32% interpretó más del 75% de las lecturas de forma remota, evidenciando una adaptación significativa.
- Además, el 41% de los radiólogos que han adoptado esta práctica notaron un aumento en su participación en la interpretación de imágenes de forma remota en el último año.
El Dilema de la Educación Radiológica
Mientras los beneficios de la lectura remota son notables, especialmente en términos de calidad de vida y eliminación del tiempo de traslado, también existen desafíos importantes. Para los departamentos académicos de radiología, encontrar el equilibrio adecuado es esencial. Una encuesta realizada en una institución académica reveló que el 81% de los residentes de primer y segundo año reportaron un efecto negativo o muy negativo en su educación debido al trabajo remoto durante la pandemia.
La Radiología en la Encrucijada
Los datos sugieren que la lectura remota es una tendencia que llegó para quedarse. Aproximadamente el 84% de los radiólogos que han adoptado esta modalidad creen que será un cambio permanente en el flujo de trabajo de sus organizaciones en el futuro postpandemia.
Conclusiones
El papel de la lectura remota en la radiología está experimentando una transformación significativa. Si bien ha brindado beneficios sustanciales, también ha planteado desafíos, especialmente en el ámbito educativo. En última instancia, esta transición representa un emocionante capítulo en la evolución del diagnóstico por imágenes.
Para conocer más sobre este tema recomendamos visitar la Revista del Colegio Americano de Radiología JARC y acceder al artículo completo.
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