La importancia de la estadificación en el cáncer de ovario
La estadificación precisa del cáncer de ovario es crucial para guiar las decisiones terapéuticas y optimizar los resultados clínicos de las pacientes. Recientemente, la Sociedad Europea de Radiología Urogenital (ESUR) actualizó sus directrices de 2010 con nuevas recomendaciones basadas en el consenso de 21 expertos de 19 instituciones en 11 países.
Estas recomendaciones abordan el uso óptimo de la tomografía computarizada (CT), la resonancia magnética (MRI) y la tomografía por emisión de positrones con CT (PET-CT) en la estadificación y seguimiento de pacientes con cáncer de ovario.
Uso de la tomografía computarizada en la evaluación inicial
Los panelistas destacaron la tomografía computarizada con contraste como la modalidad de imagen de primera línea para la evaluación de la extensión de la enfermedad en pacientes con sospecha de cáncer de ovario.
Sus principales ventajas incluyen su disponibilidad, costo-efectividad y capacidad para realizar estudios de seguimiento.
Para obtener una evaluación óptima, se recomienda utilizar escáneres multi-slice y realizar la adquisición en la fase venosa portal con reconstrucciones multiplanares.
Además, se enfatizó la necesidad de incluir una CT de tórax en la estadificación inicial, ya que la presencia de enfermedad extraabdominal puede influir en la toma de decisiones terapéuticas.
Alternativas de imagen en casos especiales
Para pacientes con cáncer de ovario avanzado que requieren cirugía de reducción tumoral, la CT sigue siendo la primera opción.
Sin embargo, en casos de embarazo o cuando no es posible utilizar medios de contraste yodados, se recomienda una combinación alternativa que incluya CT de tórax junto con MRI abdominal y pélvica.
Aplicaciones de la resonancia magnética en el cáncer de ovario
La MRI desempeña un papel complementario en la estadificación del cáncer de ovario, especialmente en la evaluación de la diseminación peritoneal.
Se recomienda una serie de imágenes que incluya secuencias ponderadas en T1 y T2, así como imágenes por difusión (DWI).
Además, se sugiere la administración de fármacos espasmolíticos para reducir artefactos por movimiento y el uso de jugo de piña como agente natural para mejorar la visualización del lumen intestinal en secuencias T2.
Si bien la MRI de cuerpo entero (WB-MRI) tiene un costo elevado y requiere un alto nivel de especialización en su interpretación, su combinación de imágenes morfológicas y de difusión podría mejorar la detección de compromiso seroso y mesentérico en comparación con la CT y la PET-CT.
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Imagen destacada de European Radiology:
Imágenes de resonancia magnética abdominal que muestran infiltración del mesenterio del intestino delgado como un engrosamiento hipointenso de la superficie mesentérica en imágenes ponderadas en T2 (a) y como un área con restricción a la difusión en imágenes de RM con DWI (b). Se observa una sutil infiltración del hilio hepático en imágenes axiales ponderadas en T2 (c) y en imágenes de RM con DWI de alto valor b (d). La resonancia magnética puede utilizarse como complemento de la tomografía computarizada para resolver dudas diagnósticas, como la evaluación de la extensión del compromiso seroso, mesentérico o intestinal.
Utilidad de la PET-CT en la estadificación y seguimiento
El uso de la PET-CT en la estadificación del cáncer de ovario es limitado, pero puede ser útil en la detección de enfermedad extraabdominal, particularmente en la evaluación de ganglios linfáticos fuera del abdomen.
Sin embargo, los expertos señalaron que la PET-CT presenta dificultades en la detección de metástasis peritoneales pequeñas y en la evaluación de subtipos histológicos específicos como los tumores mucinosos e invasivos de células claras.
Implementación de las nuevas directrices en la práctica clínica
Los expertos recomendaron que la evaluación de la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico se realice mediante CT de tórax, abdomen y pelvis. Además, el informe radiológico debe incluir un mapeo detallado de la enfermedad, señalando específicamente aquellas localizaciones que podrían impedir una cirugía citoreductora óptima.
Para la sospecha de recurrencia, tanto la CT como la PET-CT con [18F]FDG fueron consideradas opciones válidas. La MRI, aunque útil, debe ser realizada en centros con experiencia debido a su mayor complejidad técnica y costos elevados.
Avances en la estadificación del cáncer de ovario
Estas nuevas directrices reflejan los avances en la imagenología aplicada al cáncer de ovario y ofrecen un marco actualizado para mejorar la precisión en la estadificación y el seguimiento de la enfermedad.
La integración de estas recomendaciones en la práctica clínica puede contribuir a optimizar el manejo de las pacientes y mejorar los resultados terapéuticos.
Para conocer más sobre esta actualización puede visitar European Radiology.
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