Aprendizajes de ViVE 2025 en tecnología sanitaria y seguridad
La conferencia ViVE 2025 aportó nuevas perspectivas sobre la integración de tecnologías avanzadas en el sector salud.
El foco se mantuvo en la inteligencia artificial, pero también se abordó la ciberseguridad y la importancia de reforzar una infraestructura sólida para profesionales y pacientes.
A continuación, se exponen las lecciones clave compartidas en este importante foro, donde se destacó la necesidad de armonizar la innovación con una base técnica confiable.
Fortalecer la infraestructura antes de adoptar nuevas soluciones
En muchas instituciones, el aumento de tecnologías clínicas suele toparse con problemas básicos. Falta de señal Wi-Fi estable, carencia de dispositivos o estaciones de trabajo obsoletas son ejemplos frecuentes. Un directivo señaló que, sin buenos cimientos, los proyectos innovadores pierden efectividad.
Un paciente se beneficia poco de soluciones de IA si el personal de enfermería no dispone de equipos confiables.
ViVE 2025 remarcó la relevancia de invertir en plataformas robustas que garanticen la disponibilidad y seguridad de los datos. Es mejor contar con una red bien configurada que apresurarse en implementar herramientas sofisticadas sin mantenimiento adecuado.
IA en aumento, pero con casos de uso bien definidos
La IA fue uno de los temas predominantes en ViVE 2025. Sin embargo, la conversación se centró en la aplicabilidad real y no solo en las promesas teóricas.
Un ejemplo destacado fue el de una red de salud que utiliza inteligencia artificial para guiar a los pacientes hacia los servicios adecuados.
También se mencionó la posibilidad de liberar tiempo al personal de enfermería por medio de documentación automatizada. Pese a estos avances, se advirtió que la introducción de algoritmos debe acompañarse de una vigilancia continua. Las organizaciones deben evaluar la eficacia y detectar posibles sesgos en los modelos.
Human-in-the-loop: entre la confianza y la carga laboral
Varios expertos debatieron sobre la conveniencia de mantener a un humano supervisando las tareas que ejecuta la IA. Para algunos, la intervención humana garantiza transparencia y aceptación. Para otros, es simplemente un modo de eludir la responsabilidad legal, sin resolver la complejidad técnica.
ViVE 2025 puso de relieve que no existe una respuesta única. Algunos procesos médicos requieren supervisión humana, mientras que en otros, el volumen de información supera la capacidad de verificación manual. La confianza del paciente depende del equilibrio entre algoritmos potentes y profesionales preparados para interpretarlos.
Ciberseguridad tras incidentes recientes
La ciberseguridad se analizó intensamente durante ViVE 2025, sobre todo tras el recordatorio de la brecha que afectó a Change Healthcare. Directivos enfatizaron la necesidad de prever riesgos, especialmente en entornos donde terceras partes gestionan servicios críticos.
Los ataques a proveedores externos se consideran la nueva normalidad. Por ello, las instituciones deben reforzar la higiene digital y disponer de planes de contingencia.
Es vital una gobernanza clara que regule la interacción con aliados, plataformas cloud o soluciones de virtualización. El objetivo es minimizar la exposición de datos sensibles y garantizar la continuidad de la atención.
Lecciones de implementación en el día a día clínico
La transición a soluciones tecnológicas de vanguardia no debe perder de vista la experiencia del personal que las usa. Un enfermero con un carrito de medicación inoperativo preferiría tener Wi-Fi confiable o un mejor dispositivo que una instancia privada de ChatGPT.
En la práctica, la modernización implica optimizar sistemas de historias clínicas electrónicas (EHR), dispensadores de fármacos y redes internas. Si una organización consolida bien estas áreas, estará más lista para adoptar IA o plataformas de gestión de datos.
Las soluciones deben alinearse con las operaciones reales del sector asistencial, donde la usabilidad y la seguridad van de la mano.
Gobernanza de la IA y entornos de validación
Grandes iniciativas como la de UPMC Enterprises indican que el desarrollo de entornos de prueba para IA resulta esencial. En esos espacios, los modelos se analizan, se corrigen sesgos y se validan antes de su despliegue.
Gracias a un sistema aislado de la operación diaria, se garantiza la seguridad de la organización. ViVE 2025 evidenció el creciente interés en laboratorios dedicados a la mejora continua de soluciones algorítmicas.
Además, se subrayó que la gobernanza es clave: sin reglas claras, las herramientas de IA pueden derivar en riesgos para la integridad de los datos y la privacidad.
Innovación continua: colaboraciones y nuevos proyectos
El ecosistema de la salud, impulsado por ViVE 2025, sigue generando alianzas entre actores públicos y privados. Moffitt Cancer Center lanzó una cohorte de aceleración enfocada en la oncología digital, marcando la relevancia de la IA en el tratamiento del cáncer.
Estas sinergias demuestran que la innovación no se da en solitario. Al contrario, requiere el respaldo de instituciones, proveedores de tecnología y la comunidad de pacientes.
Un caso similar lo encarna el desarrollo de plataformas que combinan datos clínicos, big data y analítica avanzada, con el fin de personalizar los tratamientos y agilizar la toma de decisiones.
Futuro de la asistencia sanitaria con bases sólidas
Queda claro que la tecnología aplicada a la medicina no es una moda pasajera. ViVE 2025 ilustró cómo las organizaciones que se enfocan en el fundamento —ciberseguridad, redes eficientes, capacitación— pueden dar pasos firmes hacia la adopción de la inteligencia artificial y otras herramientas digitales.
La seguridad del paciente y la integridad de los datos son prioridades que trascienden la novedad de la IA. En un escenario donde la confianza es pilar central, los directivos apuestan por inversiones estratégicas y planes de innovación que integren al personal en cada fase.
Una mirada final sobre la conferencia
ViVE 2025 ofreció un mosaico de lecciones relevantes para el futuro de la salud digital. Desde la ciberseguridad hasta la pertinencia de la IA, cada ponencia dejó clara la interdependencia de los componentes tecnológicos y humanos.
La eficiencia se construye sobre infraestructuras robustas y la disposición de los equipos a adaptarse. La creatividad impulsa la innovación, pero sin fundamentos sólidos, corre el riesgo de fracasar.
En última instancia, el éxito en la transformación digital dependerá de la capacidad de cada centro para integrar estas enseñanzas en su realidad, sin descuidar a los profesionales ni a los pacientes que depositan su confianza en ellos.
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