El futuro de la educación médica: la salud digital

por Jun 5, 2025Educación, Gestión e Innovación0 Comentarios

La transformación digital del sistema de salud plantea un nuevo reto para las universidades: preparar a los futuros médicos para un entorno clínico cada vez más tecnologizado. Sin embargo, muchos egresados siguen sin contar con las herramientas necesarias para desenvolverse en contextos donde la inteligencia artificial, los sistemas de información y las herramientas de salud digital ya son parte del ejercicio profesional cotidiano.

Un reciente estudio publicado en BMC Medical Education propone una solución concreta: incorporar de forma estructurada cuatro dominios de competencia esenciales en salud digital dentro del currículo médico.

La investigación, desarrollada en Nueva Zelanda por un equipo de la Universidad de Otago, se basa en entrevistas a estudiantes, docentes y expertos del sector digital.

Comprender el ecosistema local de salud digital

La primera competencia identificada por los investigadores es la necesidad de que los estudiantes comprendan el “paisaje digital” en el que ejercerán su profesión. No se trata solo de conocer herramientas, sino de entender cómo se articulan los sistemas, actores y procesos en su comunidad local.

Esta comprensión es el punto de partida para que los futuros médicos puedan identificar fortalezas, debilidades y oportunidades en la implementación de soluciones tecnológicas en salud.

Alfabetización en seguridad, ética y manejo de información digital

El segundo eje propuesto apunta a la alfabetización en aspectos críticos como la seguridad, la privacidad de los datos y los principios éticos en salud digital.

Esto implica que los estudiantes comprendan cómo se recolectan, almacenan y utilizan los datos de salud, y sean capaces de reconocer los riesgos asociados a su manejo. La formación debe incluir nociones de gobernanza de la información, consentimiento informado digital y ciberseguridad clínica.

Competencia técnica y profesional en herramientas digitales

La tercera competencia apunta a desarrollar habilidades prácticas con herramientas digitales que ya forman parte de la actividad profesional. Esto incluye desde el uso de historiales electrónicos hasta la comunicación segura por vía digital con pacientes y colegas.

El objetivo no es solo aprender a usar la tecnología, sino adquirir profesionalismo digital: saber conducirse en entornos virtuales con el mismo criterio, confidencialidad y calidad que en la práctica presencial.

Formación en investigación digital y pensamiento crítico

Finalmente, el cuarto dominio propone integrar contenidos de investigación aplicada a la salud digital. Los futuros profesionales deben ser capaces de evaluar la calidad de las herramientas que utilizan, reconocer sus limitaciones y mantenerse actualizados sobre las innovaciones.

Esto implica también desarrollar habilidades para identificar información confiable, comunicar hallazgos de forma clara y comprender los fundamentos de la medicina basada en evidencia aplicada a entornos digitales.

Una propuesta adaptada al contexto y a los estudiantes

Los autores del estudio destacan que el enfoque propuesto es viable incluso en planes de estudio ya sobrecargados.

Al centrarse en competencias esenciales, aplicables a contextos locales y relevantes para la práctica clínica, se facilita su integración sin necesidad de crear nuevas asignaturas.

Además, sugieren adoptar una modalidad pedagógica centrada en el estudiante, flexible y que aproveche las propias herramientas digitales para la enseñanza, como la inteligencia artificial y las simulaciones interactivas.

Desafío para los educadores médicos

La incorporación de estos dominios representa un verdadero cambio de paradigma en la educación médica. Obliga a los formadores a actualizar sus propias competencias digitales, repensar estrategias de enseñanza y trabajar de forma colaborativa con otros sectores.

En un contexto donde la tecnología avanza más rápido que los planes de estudio, formar médicos digitalmente competentes es una tarea urgente y colectiva.

Preparar médicos para el futuro digital

La medicina del futuro será, sin duda, digital. Pero para que esa transición sea ética, segura y centrada en el paciente, es imprescindible formar profesionales capaces de usar la tecnología con criterio clínico, sentido crítico y sensibilidad humana.

Incluir competencias en salud digital en la educación médica no es solo una actualización curricular: es una estrategia clave para garantizar la calidad del cuidado en el siglo XXI.

Para conocer más sobre esta investigación puede visitar BMC Medical Education y acceder al artículo completo.

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