Radiología frente al cambio climático: sostenibilidad y adaptación

por Abr 15, 2025Radiología0 Comentarios

El cambio climático es una amenaza creciente para la salud global, y la radiología no está exenta de sus impactos. A medida que aumentan las temperaturas, la contaminación del aire y los fenómenos climáticos extremos, también lo hace la carga de enfermedad, lo que conlleva una mayor demanda de estudios por imágenes.

Esto, a su vez, incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en un círculo vicioso entre atención médica y crisis ambiental.

Frente a este panorama, la radiología debe transformarse para reducir su huella ecológica y mejorar su capacidad de anticiparse, adaptarse y recuperarse frente a eventos climáticos adversos.

El impacto climático en la práctica radiológica

Las olas de calor, la contaminación y otros factores ambientales aumentan la incidencia de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas e infecciosas, lo que se traduce en más consultas en servicios de emergencia y mayor uso de radiografías y tomografías computarizadas.

Esta mayor actividad no solo presiona a los sistemas de salud, sino que incrementa el consumo energético y los desechos asociados a la imagenología.

En Estados Unidos, por ejemplo, los eventos climáticos sensibles a la salud ya han generado gastos millonarios en atención médica.

Además, el cambio climático acentúa las desigualdades, afectando de forma desproporcionada a comunidades de bajos recursos y países de ingresos medios y bajos. Esto subraya la necesidad de que la radiología integre sostenibilidad ambiental y equidad en salud en su planificación estratégica.

Estrategias operativas para una radiología resiliente

Las lecciones aprendidas durante la pandemia por COVID-19 ofrecen una base útil para construir una radiología más resiliente.

La capacidad de adaptarse rápidamente a crisis sanitarias demuestra que también es posible enfrentar desafíos ambientales con flexibilidad.

Esto implica incorporar protocolos de emergencia en las operaciones diarias, diversificar las cadenas de suministro y garantizar la continuidad de atención incluso durante desastres climáticos.

El uso de análisis de datos en tiempo real es clave. Por ejemplo, integrar pronósticos meteorológicos y datos de calidad del aire en los sistemas de programación de pacientes permite ajustes preventivos en la gestión de turnos.

Asimismo, paneles de control que monitoreen el uso de recursos pueden mejorar la eficiencia energética y anticipar interrupciones.

La solidez de la cadena de suministro también es esencial. La escasez global de medios de contraste vivida recientemente demostró la vulnerabilidad de los sistemas actuales.

Adoptar prácticas de economía circular, como reacondicionar equipos o utilizar insumos reutilizables, puede disminuir el impacto ambiental y aumentar la independencia operativa.

Esto debe ir acompañado de estrategias para garantizar el acceso equitativo, mediante soluciones como unidades móviles de diagnóstico o teleradiología.

Un marco de cinco pilares para la resiliencia climática en radiología

Para guiar a los servicios de radiología en su respuesta al cambio climático, se propone un enfoque estructurado en cinco pilares:

  • Capacidad de umbral: Fortalecer la infraestructura para prevenir daños, como blindar salas de escáneres contra inundaciones o contar con fuentes de energía de respaldo.
  • Capacidad de afrontamiento: Implementar planes de acción inmediata ante emergencias, incluyendo protocolos de comunicación y asignación de roles durante eventos extremos.
  • Capacidad de recuperación: Restablecer y mejorar la atención tras una interrupción, mediante soluciones móviles o remotas y políticas que reduzcan las brechas de acceso al diagnóstico.
  • Capacidad adaptativa: Fomentar una cultura de mejora continua, integrando innovación tecnológica y educación sobre cambio climático en la formación del personal.
  • Capacidad transformadora: Reimaginar los sistemas desde su base, adoptando diseños de infraestructura energéticamente eficientes, reutilización del calor residual y comités institucionales de sostenibilidad.

Este marco ofrece una hoja de ruta para que los departamentos de radiología puedan sostener la excelencia clínica mientras asumen un rol activo en la protección del planeta.

Una transformación colectiva y urgente

La radiología debe evolucionar para enfrentar los desafíos duales de la sostenibilidad ambiental y la resiliencia climática.

Sus operaciones, intensivas en recursos y energía, deben adaptarse a un mundo en transformación.

Integrar tecnologías de bajo consumo, aplicar estrategias aprendidas durante la pandemia y seguir el modelo de los cinco pilares permitirá construir sistemas más robustos y responsables.

Pero esta transformación no puede recaer únicamente en departamentos individuales. Requiere una acción coordinada entre instituciones, gobiernos e industrias.

Solo con una colaboración multisectorial será posible redefinir el futuro de la radiología, donde la salud del planeta, la continuidad operativa y el acceso equitativo estén alineados en una misma estrategia.

Para conocer más sobre este aporte puede visitar Radiology Advances y acceder al artículo completo. 

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