La representación femenina en la investigación científica
En el ámbito global, las mujeres continúan representando una minoría en el sector de la investigación. Aproximadamente, uno de cada tres investigadores es mujer, lo que evidencia la persistente brecha de género en la ciencia. A pesar de la creciente demanda de estadísticas comparables a nivel internacional, la disponibilidad y el uso de datos nacionales en la formulación de políticas siguen siendo limitados.
Durante la última década (2012 a 2021), 130 países han informado sobre la proporción de mujeres investigadoras en sus sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación.
Esta información, recopilada sistemáticamente por el Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) desde 1996, permite perfilar tendencias globales y regionales en cuanto a la representación femenina en la investigación.
La relevancia de este análisis radica en la necesidad de impulsar políticas inclusivas que garanticen la equidad en el acceso a oportunidades dentro de la ciencia.
En RadiologíaLatam reconocemos la importancia de fomentar la participación plena de las mujeres en todos los campos científicos, incluida la radiología, donde la diversidad en el equipo de investigación contribuye a innovaciones y mejoras en el diagnóstico por imagen.
El presente artículo se basa en la publicación «La brecha de género en la ciencia: estado y tendencias, Febrero de 2024», y busca ofrecer una visión actualizada y detallada de la situación de las mujeres en la investigación a nivel mundial.
Tendencias globales y regionales en la representación de mujeres investigadoras
Los datos recabados por el IEU permiten observar una evolución gradual en la proporción de mujeres investigadoras a lo largo de los años.
Según la información disponible, considerando los 147 países que reportaron datos sobre investigadoras o personal de investigación y desarrollo (en número de personas físicas o equivalente a tiempo completo), el porcentaje global era del 31,7 % en 2021, frente al 30,0 % informado en el periodo hasta 2017.
Si se analizan exclusivamente los datos de 95 países que reportaron cifras de investigadoras en personas físicas entre 2018 y 2021, el porcentaje global asciende al 33,7 %, superando ligeramente el 33,3 % de los 107 países que comunicaron datos entre 2015 y 2018.
A nivel regional, las diferencias son notables. En 2021 se registraron los siguientes porcentajes de investigadoras:
- Asia Central: 49,6 % (frente al 44,7 % en 2011).
- América Latina y el Caribe: 44,4 % (ligeramente inferior al 44,9 % de 2011).
- Estados Árabes: 41,1 % (frente al 37,7 % en 2011).
- Europa Central y Oriental: 38,7 % (frente al 40,5 % en 2011).
- Europa Occidental: 33,9 % (frente al 31,8 % en 2011).
- Mundo: 31,7 % (frente al 30,9 % en 2011).
- África Subsahariana: 31,5 % (frente al 29,1 % en 2011).
- Asia Oriental y el Pacífico: 26,8 % (frente al 21,1 % en 2011).
- Asia Meridional y Occidental: 25,9 % (estable frente al 25,7 % en 2011).
Estos porcentajes reflejan avances en algunas regiones, pero también ponen de manifiesto la existencia de marcadas disparidades en la representación de las mujeres en la investigación.
Cabe señalar que estos datos deben interpretarse como estimaciones, ya que se basan en los informes del año en cuestión o del año más reciente disponible.
Desafíos en la recopilación y uso de datos sobre la fuerza laboral científica
A pesar de los avances en la presentación de estadísticas, la recopilación y el uso de datos sobre la representación femenina en la ciencia siguen siendo insuficientes.
Menos de la mitad de los países (alrededor de 90) comunican datos de manera anual sobre la fuerza laboral científica, y la mayoría se centra únicamente en la representación femenina.
Desde 1996, 47 países nunca han informado sobre la representación de mujeres en sus sistemas científicos. Además, 16 países realizaron sus primeros informes de datos para la serie cronológica del IEU a partir de 2012 o incluso más tarde.
Ejemplos de estos países incluyen Bosnia y Herzegovina, Chad, Colombia, las Comoras, Eswatini, Jamaica, Mauritania, Níger, Papua Nueva Guinea, Perú, la República Democrática del Congo, Zimbabwe, y algunos Estados Árabes como Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y la República Árabe Siria.
De los 135 países que han informado sobre su fuerza laboral científica al menos una vez entre 2012 y 2021, el 97 % (131 países) proporcionaron datos sobre la representación femenina.
Sin embargo, la limitada cantidad de países que reportan datos de forma regular y las diferencias en la metodología empleada impiden obtener una imagen completa y homogénea de la situación a nivel global.
Estas limitaciones dificultan la formulación de políticas públicas que aborden eficazmente la brecha de género en la ciencia.
Implicaciones para las políticas públicas y la equidad en la ciencia
La evidencia de una baja representación de mujeres investigadoras tiene importantes implicaciones para la elaboración de políticas públicas y el diseño de estrategias de inclusión.
La Agenda 2030, por ejemplo, subraya el compromiso de “no dejar a nadie atrás”, lo que implica la necesidad de identificar y abordar las desigualdades mediante la recopilación y el análisis de datos desglosados por sexo, edad, ingresos, discapacidad, origen étnico y otros factores relevantes.
La información proporcionada por el IEU es esencial para comprender la magnitud de la brecha de género y para establecer metas realistas que promuevan la igualdad en los sistemas nacionales de ciencia, tecnología e innovación.
Las políticas de inclusión deben ir más allá de la mera recolección de datos, impulsando programas de mentoría, iniciativas de capacitación y medidas que incentiven a las niñas y mujeres a seguir carreras científicas.
En el ámbito de la radiología, por ejemplo, la diversificación del personal investigador puede enriquecer la práctica clínica, fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías y mejorar la calidad de la atención médica. La promoción de la igualdad de género no solo fortalece la investigación, sino que también contribuye a una mayor innovación y a la consolidación de entornos laborales más justos y equitativos.
Perspectivas futuras y conclusiones
El análisis de la brecha de género en la ciencia revela tanto avances como desafíos persistentes. Según los datos del IEU, el porcentaje global de mujeres investigadoras ha mostrado un ligero incremento en los últimos años, aunque persisten diferencias notables entre regiones.
La falta de datos homogéneos y la limitada cantidad de países que reportan de manera continua subrayan la necesidad de fortalecer los sistemas de monitoreo y evaluación de la fuerza laboral científica.
La publicación «La brecha de género en la ciencia: estado y tendencias, Febrero de 2024» de la UNESCO ofrece una visión integral de esta problemática y resalta la importancia de impulsar políticas inclusivas que fomenten la participación de las mujeres en la investigación.
A medida que se implementen estas estrategias, es fundamental promover entornos que valoren la diversidad y la equidad, lo que beneficiará tanto a la comunidad científica como al desarrollo tecnológico y social en general.
En conclusión, superar la brecha de género en la ciencia es un reto que requiere esfuerzos coordinados a nivel global y regional.
La mejora en la recopilación de datos y el diseño de políticas inclusivas serán claves para lograr una representación equitativa en todos los ámbitos científicos, garantizando que el talento femenino se convierta en un motor esencial para la innovación y el progreso.
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